Se encuentran plenamente integradas gracias al cálido recibimiento por parte de todo el mundo
El pasado día 12 de abril llegó Angelina y su hijo Tymur, un niño de diecisiete meses que necesita tratamiento oncológico para los próximos dos años. Vienen de Kiev, la capital de Ucrania. Llegaron con un grupo de 16 familias que gracias a las asociaciones y fundaciones de cáncer infantil de todo el estado se les ha podido dar acogida.
Angelina es una madre joven, activa y muy despierta, su deseo es que la guerra pueda acabar pronto y poder reencontrarse con su marido, que está haciendo de cocinero para los soldados, y que los dos puedan estar juntos en este largo proceso de cáncer de su hijo. Angelina mostró mucho de interés por el funcionamiento de la casa, que le pareció espectacular desde el momento que entró en su apartamento y abrió las puertas de la terraza que da al jardín. A pesar de que ella siempre va con el traductor del móvil, nos podemos entender gracias a tres voluntarios traductores de ruso y también gracias a otra madre armenia que habla el ruso perfectamente.
En ningún momento se ha encontrado sola, pero con la llegada el día 21 del Alona y su hija de tres años, Oleksandra, provenientes de una zona rural de Ucrania totalmente bombardeada, es cómo si le hubiera llegado una hermana, el apoyo que se dan es mutuo y el día a día se les hace más llevable.
A través de los servicios de trabajo social del hospital, tanto el niño como la niña, ya disponen de una tarjeta sanitaria y las madres un salvoconducto que, más adelante, les podrá permitir acceder a ayudas sociales y solicitar la atención de refugiadas.
Mientras tanto, estas familias reciben ayudas que han surgido de manera espontánea tanto de las otras familias alojadas en los Xuklis, como de negocios y tiendas del barrio, así la pastelería les proporciona el pan de manera gratuita; la peluquería les corta los cabellos; el supermercado les proporciona vales de compra; la farmacia los pañales; el banco de alimentos también colabora … Todo ello, una cadena de ayuda que demuestra empatía, solidaridad y ganas de hacer fácil un día a día que no lo es en absoluto.
La tarea principal de la AFANOC es ayudar a normalizar el proceso oncológico en el entorno familiar, y por ello es necesario atender todas las carencias y necesidades que van surgiendo, por muy dificil que sea la situación que la familia este atravesando.