Los jóvenes y las familias de AFANOC han disfrutado de dos actividades muy esperadas: el fin de semana joven en el Delta y el bautizo de aire con ultraligeros
Este fin de semana, ha vuelto a ponerse de manifiesto la importancia de las actividades lúdicas y la convivencia en el bienestar emocional de las familias y jóvenes que han vivido de cerca la misma enfermedad. Una propuesta de encuentro entre iguales y adaptada a cada necesidad que ayuda a compartir vivencias y socializarse.
Cerca de una veintena de familias vinculadas a AFANOC participaron, el sábado 18 de octubre, en una jornada llena de emociones en el Camp de Vol de Bellvei (Baix Penedès). Con la colaboración del Club Esportiu Alats, los niños y jóvenes a partir de nueve años, tuvieron la oportunidad de realizar su primer vuelo en ultraligero, acompañados por pilotos expertos. Participaron un total de 13 aviones. En el campo también se organizaron juegos y talleres; una charla previa para conocer el porqué quieren los aviones a cargo de Lucas Iwanczuk y un espectáculo con malabares de fuego a cargo del artista Gabriel Briones, que cautivó tanto a mayores como a pequeños. La jornada fue un ejercicio de superación del miedo y de fomento de la convivencia entre las familias, los técnicos de AFANOC y los colaboradores de la actividad.

En paralelo, del 17 al 19 de octubre, se celebró el fin de semana joven en Poblenou del Delta (Montsià). Esta iniciativa, pensada para adolescentes que han vivido de cerca el cáncer infantil -ya sea en primera persona o como hermanos-, reunió a participantes de Barcelona, Tarragona y Lleida en una estancia llena de actividades.
El fin de semana contó con una visita guiada al Ecomuseo del Parque Natural del Delta, un crucero hasta la desembocadura del Ebro, juegos, cine nocturno y una excursión hasta el observatorio de pájaros de la Encanyissada, donde también disfrutaron de la experiencia tradicional de las barcas de perchar. Todo, unos días para compartir vivencias, crear vínculos y disfrutar de la naturaleza.




